Un Ministro Voluntario de Scientology, de regreso de Haití, dice que hace falta más ayuda

El Ministro Voluntario de Scientology, David Dempster, un escocés que lleva cuatro años viviendo en Clearwater, Florida, salió en el primer vuelo chárter a Haití organizado por Scientology el día 16 de enero. El vuelo salió desde el aeropuerto JFK Internacional de Nueva York.

El avión transportó más de 100 médicos, enfermeras y paramédicos a Haití, y un equipo de Ministros Voluntarios para apoyarles en su trabajo. Cinco vuelos adicionales patrocinados por Scientologists han transportado a más de 600 personas de personal médico y de apoyo en aviones donados desde Nueva York, Los Ángeles y Miami. Dempster, que prestó ayuda administrativa muy necesaria a médicos en dos hospitales en Puerto Príncipe, está de regreso en Florida, y reflexiona sobre sus experiencias allí.

David trabajando en el Hospital General en Puerto Príncipe, Haití
Dempster fue enviado primero al Hospital general de Puerto Príncipe. “Yendo en el coche hasta el hospital la destrucción que vimos fue impresionante”, dijo. “Un residente me contó que la mayoría de los edificios están construidos con bloques de hormigón para salvaguardar contra los daños ocasionados por los huracanes, pero esto les ha jugado una mala pasada en el terremoto. El daño fue exacerbado por la práctica extendida de añadir demasiada arena al hormigón para ahorrar dinero. Debido a esto, las paredes se derrumbaron en pedazos durante el terremoto”.

En el Hospital General, el equipo de Dempster proporcionó apoyo administrativo a los doctores y enfermeras. “Nuestros Ministros Voluntarios organizaron la llegada de suministros médicos, ayudaron a calmar a pacientes traumatizados, distribuyeron agua a los pacientes, llevaron camillas, asistieron en partos y ayudaron con amputaciones, de las cuales habían muchas”, dijo. “Tuvimos un equipo de cuatro o cinco Ministros Voluntarios asistiendo al médico que era el responsable de la Unidad de Cuidados Intensivos durante el día y dos Ministros Voluntarios en el turno de noche. Marcó una gran diferencia en la calidad de la asistencia médica a los pacientes”.

Dempster trabajó también en el hospital de campo de la Universidad de Miami. El personal médico llego a Haití pero sin personal administrativo para apoyarlos. Significó que los médicos, enfermeras y paramédicos tuvieron que ocuparse de tareas administrativas y de logística, reduciendo drásticamente el tiempo que dedicaron a los pacientes. Para librar a los médicos y enfermeras, los Ministros Voluntarios se encargaron de una multitud de tareas administrativas. La organización de los suministros médicos era lo más necesario. Los suministros donados estaban amontonados en cajas, sin orden, sin etiquetar, y la situación estaba consumiendo mucho del tiempo de los médicos y enfermeras mientras buscaban un medicamento en particular, o una pinza o una jeringuilla. Los Ministros Voluntarios se pusieron manos a la obra, ordenando y apilando, clasificando y etiquetando, y poniendo en marcha una línea de distribución para que los suministros llegasen al personal médico rápidamente. La gestión de la tienda de suministros por parte de los Ministros Voluntarios de Scientology permitió a los médicos y enfermeras pasar más tiempo tratando a los pacientes, y como consecuencia directa salvaron muchas vidas.

Otro área de mucha necesidad fue la organización y gestión de la sección de pacientes: el registro de pacientes a su llegada, dándoles pulseras con su identificación, y registrando las heridas visibles para que los médicos y enfermeras pudiesen evaluar más rápidamente sus prioridades. Dempster fue el encargado de los Ministros Voluntarios en este área, sustituyendo a una enfermera. “Ella se sintió aliviada al poder continuar con sus labores de enfermería”, dijo “mientras que nosotros, los Ministros Voluntarios, nos ocupamos de asuntos administrativos y de logística”. De regreso a Florida, Dempster dice que el trabajo que aún queda por hacer es masivo y anima a otros a ofrecerse como voluntarios.