La Influencia Religiosa en la Sociedad
por L. Ronald Hubbard
(continuación)

Claro que si uno va a encontrar defectos en algo, esto implica que él desea hacer algo acerca de esto y lo haría si pudiera. Si a alguien no le gusta el crimen, la crueldad, la injusticia ni la violencia de esta sociedad, puede hacer algo al respecto. Puede hacerse MINISTRO VOLUNTARIO y ayudar a civilizar, llevar consciencia y bondad y amor y libertad del sufrimiento a la sociedad, inculcando en esta, confianza, decencia, honestidad y tolerancia.

En resumen, un Ministro Voluntario cumple con la definición de religión en este mundo cada vez más cínico y sin esperanza.

Veamos nuevamente la definición de religión.

“Una sociedad, para sobrevivir bien, necesita al menos tantos Ministros Voluntarios como agentes de policía”.En pocas palabras, la religión se puede definir como la creencia en seres espirituales. Más ampliamente puede ser un sistema de creencias y prácticas mediante los que un grupo de personas luchan con los problemas decisivos de la vida humana. La cualidad de ser religioso implica dos cosas: primero, la creencia de que la maldad, el sufrimiento, el desconcierto y la injusticia son factores fundamentales de la existencia; segundo, un conjunto de prácticas y creencias santificadas que expresan una convicción de que el hombre en última instancia puede ser salvado de esos factores.

Por tanto, un Ministro Voluntario es una persona que ayuda a un ser humano de forma voluntaria, restaurando el propósito, la verdad y los valores espirituales en las vidas de otros.

Un Ministro Voluntario no cierra sus ojos al dolor, al mal y a la injusticia de la existencia. En lugar de eso, se prepara para resolver estas cosas y ayudar a los demás a lograr alivio de ellas, así como a lograr una nueva fortaleza personal.

¿Cómo lleva a cabo estos milagros un Ministro Voluntario? Básicamente, él usa la tecnología de Scientology para cambiar condiciones para el mejoramiento de sí mismo, su familia, sus grupos, amigos, asociados y de la humanidad.

Para que una sociedad sobreviva bien necesita al menos tantos Ministros Voluntarios como policías. Una sociedad obtiene aquello en lo que se concentra. Por medio de concentrarse en los valores espirituales en lugar de la criminalidad, todavía puede amanecer un nuevo día para el hombre.